La obsolescencia es una consecuencia inevitable del progreso tecnológico, pero para industrias altamente reguladas como la aeroespacial, la obsolescencia puede representar un gran problema debido a problemas de cumplimiento que dificultan la obtención de componentes alternativos. Sin embargo, con los avances en la fabricación aditiva (FA), muchos se preguntan si los componentes impresos en 3D podrían brindar una solución al problema aeroespacial.

La industria aeroespacial y de defensa fue una de las primeras en adoptar tecnología aditiva: gracias a las muchas aplicaciones de AM, el sector se convirtió en uno de los principales actores del mercado, contribuyendo con 3580 millones de dólares estadounidenses en 2020.
Con la creciente demanda de piezas ligeras para motores de aviones, la impresión 3D ofrece muchos beneficios para la industria aeroespacial, como la posibilidad de imprimir en una amplia variedad de polvos metálicos para crear diseños huecos y complejos. Gracias a estas innovaciones, AM está transformando la fabricación aeroespacial al reducir el peso y eliminar las restricciones de diseño, reduciendo así los costes, las emisiones de carbono y los tiempos de desarrollo. Dados estos beneficios, muchos se preguntan si también podría brindar una solución a la obsolescencia.

Fuente: La Fabricación Aditiva emprende el vuelo